Niña con el rostro de oro falso
y ojos del mundo oscuro.
Había sueños que eran claros
pero un poco raros.
No sé si la luz brillaba negra o blanca
en el espacio de tu sombra.
Niño con el cabello de luz,
nadando por el mar azul.
Dueño del pasado y amor negado
abierto como regalo.
Las olas te llevaron a un futuro más genuino
que aquella quien mirabas como tu destino.
Niños una vez enamorados
entre páginas de pirámides.
Creció la distancia como carnero y ballena
porque un silencio condena.